Le Marais, el París del siglo XVII

Le Marais

Fuente de la Place des Vosges

Sobre la ribera derecha del río Sena, el barrio Le Marais alberga numerosos monumentos y sitios para visitar. Además, resulta encantador en sí mismo gracias a su tradicional arquitectura del siglo XVII, que lo convierte en un costado pintoresco de París.

Muchos museos, galerías de arte e importantes sitios históricos se encuentran en Le Marais, y es por esto que nadie podrá abandonar la ciudad sin antes haber paseado unas cuantas veces por el barrio. La plaza más antigua de París, la Place des Vosges, es parte de este distrito. Allí se puede visitar la residencia de Víctor Hugo.

Para trazar un itinerario por las calles de Le Marais, bien podemos iniciar nuestro camino en la Bastilla. Desde aquí iniciaremos un viaje en una máquina del tiempo. Este edificio, de arquitectura inconfundible, es además un lugar de referencia para los parisienses, ya que simboliza un quiebre y el comienzo de la Revolución. Por eso, luego de la famosa Toma de esta prisión, continuó siendo el sitio de reunión para muchas manifestaciones.

Desde allí –y después de echar un vistazo a los monumentos de la plaza y a sus numerosos cafés– podemos, ahora sí, internarnos en Le Marais. Esto se logra a través del boulevard Beaumarchais, en sentido hacia la rue dus Pas de la Mule. Caminando por ella es que se llega a la Place des Vosges, por muchos considerada la más hermosa de París.

Durante los siglos XVI y XVII era el corazón mismo de la ciudad, pero actualmente abunda en anticuarios y galerías de arte, algo nada desdeñable. Algo interesante que no hay que dejar de hacer en este sitio es recorrer los patios de los edificios, como el mencionado hogar de Víctor Hugo, y el Palacio Sully.

El siguiente paso es tomar la rue Saint-Antoine, la más concurrida de Le Marais. En dirección oeste, se llega a la rue Saint-Paul, y allí hay un sinnúmero de sitios que visitar: el Museo de la Magia (en el numero 11; la entrada cuesta 7 €) y el taller de papel veneciano hecho a mano (número 42) son dos buenos ejemplos.

Finalmente, queda recorrer Le Village, un tortuoso conjunto de patios en donde abundan los anticuarios. Al final del camino, se llega a unos jardines que conservan las antiguas murallas de la ciudad medieval.

Foto Vía: Douglas Stebilas

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