Macarons, pasteles con mucho color

Caja de macarons

El Macaron es una especie de torta o pastel pequeñito, de forma redonda, elaborado con almendras y formado por dos capas que se utilizan a modo de tapaderas rellenándose el interior. Muy crujientes por fuera y sin embargo suaves y blandos por dentro.

Su terminación es tan perfecta, tan lisas sus dos capas, que pareciera más una cajita que algo comestible. Pero no sólo esto llama la atención, también su variedad de colores y sabores, café, mantequilla, chocolate blanco, praliné, limón, pistacho, menta, anís, fresa y un largo etcétera. En su elaboración se emplean básicamente almendras en polvo, azúcar y claras de huevo para obtener esta delicia cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII.

Puede que fuera de Francia no sean excesivamente conocidos, sin embargo, es uno de los dulces por excelencia del país, y si tenéis la oportunidad de viajar a Francia no debéis volver sin haberlos probado. De hecho, cada año, se celebra un concurso que premia el Mejor Macaron de París, un premio al que optan la mayoría de las pastelerías y en el que se presentan verdaderas creaciones de este dulce realmente innovadoras.

Me atrevería a recomendar también la opción de traer una caja de macarons como regalo, un dulce que gustará por su sabor pero que destacará también por su presentación, una caja llena de macarons es también una caja llena de colorido. De hecho, al color de estos pasteles se les da tanta importancia como al sabor.

Macarons franceses

Pueden encontrarse fácilmente en cualquier pastelería. Impresiona ver los escaparates llenos de macarons amontonados. En París, la pastelería Ladureé, fundada en 1862 es la que se otorga el título de tener los mejores macarons de todo el país además de ser los inventores de los mismos. Al parecer venden unas 15.000 unidades cada día.

Es frecuente que con la llegada de una nueva temporada Ladureé rinda homenaje a estos pastelillos con un nuevo sabor. La fama adquirida y la buena marcha del negocio han hecho que la pastelería Ladureé esté presente en la actualidad no sólo en Francia, sino también en otros lugares como Londres, Ginebra, Mónaco o Tokio.

Como nota curiosa podemos destacar que, al menos en esta pastelería, una vez que son elaborados los macarrons, cocidos y rellenos, no se ponen a la venta inmediatamente, sino que esperan dos días, tiempo que tardan en alcanzar un equilibrio perfecto entre la textura y el sabor.

Foto 1 vía: www.galanet.be
Foto 2 vía Flickr

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