A pesar de lo prometedor del título, ante todo hay que tener en mente que, París, la ciudad luz es, como tantas otras del mundo, un complejo urbano inmenso y con miles de atracciones que visitar. Además, los años de historia que la anteceden y la riqueza cultural y artística que la caracteriza hacen realmente imposible llegar a conocerla por completo en un solo día… y quizás tampoco en toda una vida.
Dicho esto, lo que ofrecemos a continuación es una guía de los sitios imperdibles de la gran capital francesa, que tal vez no puedan tampoco recorrerse en 24 horas, pero de los cuales bien se puede hacer una selección a medida para cada viajante. Imponente, mágica y hermosa, París es un lugar al que, de cualquier modo, siempre querremos regresar.
Los Campos Elíseos es el nombre de la avenida más importante de la ciudad, verdadera arteria del tránsito y conexión entre dos de sus grandes sitios de interés turístico: el Arco de Triunfo y la Plaza de la Concordia. Es a la vez un centro de compras colosal y la médula histórica de París. Atraviesa el Jardín de las Tullerías y el Palacio del Louvre, donde funciona el conocido museo.
La Catedral de Notre-Dame, con su conmovedora arquitectura gótica, es uno de los símbolos de la ciudad. Victor Hugo la inmortalizó en la novela que relata las aventuras de Quasimodo, y multitudes de turistas cada año para admirar su mística belleza.
Navegar por el río Sena es un gusto que hay que darse, para recorrer París desde las aguas que pasan por algunos de sus monumentos más importantes. Desde una cómoda balsa podremos observar el Puente de Alejandro III, una maravilla arquitectónica situado frente a Les Invalides, el Grand Palais y el Petit Palais.
Finalmente, cómo olvidarnos de la Torre Eiffel: tanto de día como de noche, un verdadero espectáculo parisino. Al caer el sol, se ilumina majestuosamente, y desde sus alturas es posible sorprenderse y emocionarse con el infinito esplendor de una de las ciudades más hermosas del mundo.
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