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La sangrienta Batalla de Verdún

La conocida como Batalla de Verdún fue la más larga y una de las más sangrientas de toda la Primera Guerra Mundial. En esta ocasión se enfrentaron el ejército francés y alemán. El resultado, a pesar de considerarse un empate en cuanto a soldados muertos, fue uno de los principales motivos por el que los británicos se embarcaron en la Batalla de Somme, la más sangrienta de la Primera Guerra Mundial y un intento por acabar con la presión alemana sobre los franceses.

La Batalla de Verdún comenzaría el 21 de febrero de 1916 y duraría nada más y nada menos que 10 largos meses. En esa fecha, un millón de soldados alemanes pretendían poner en práctica la técnica de “guerra de desgaste” ideada por el Jefe del Estado Mayor Alemán, von Falkenhayn.

Este hombre pretendía acabar con las tropas enemigas con un ataque masivo en un territorio con gran valor histórico para los franceses, Verdún. Este lugar contaba con varias fortificaciones que habían defendido desde tiempos remotos la frontera oriental de Francia, así, Falkenhayn estaba totalmente convencido de que éstos defenderían con uñas y dientes este territorio, con el fin de evitar una humillación nacional.

Las fortificaciones estaban debilitadas en efectivos, pues los franceses habían destinado mucha de la munición a otras áreas del frente occidental. Además, las trincheras defensivas no habían completado correctamente sus excavaciones, por lo que resultaba una zona atractiva para los alemanes en todos los aspectos.

Falkenhayn estaba completamente seguro de que los franceses terminarían agotados moralmente frente a una ofensiva masiva en un lugar tan importante. Eso lograría un efecto dominó, primero con los rusos y luego con los británicos.

La encarnizada batalla terminaría con gran cantidad de bajas. Los franceses perderían a más de medio millón de hombres, mientras que los alemanes no se alejarían mucho de este número. Aun así, la intención de los alemanes fracasó. Las tropas francesas gestionadas por Pétain, realizaron una excelente resistencia basándose en directrices claras, no malgastar fuerzas y economizar el número de tropas en la zona. Así, se consiguió que los alemanes no avanzaran todo lo que deseaban.

A pesar de este resultado, cabe destacar que la Batalla de Verdún vería su final gracias a la Batalla de Somme. Los británicos y franceses intentaron romper las líneas alemanas a lo largo de un frente de unos 40 km al norte y el sur del río Somme. La intención principal de esta ofensiva era distraer a las tropas germanas de la Batalla de Verdún, no obstante, en poco tiempo se dieron cuenta de que esta segunda batalla superaría en creces en víctimas a la primera.

En Verdún, coincidiendo con los campos de batalla en los que perecieron tantos hombres, se construiría un memorial en el que descansan los restos de miles de soldados que en aquellos días no pudieron ser identificados. Un monumento al dolor que pone de manifiesto, una vez más, las aterradoras consecuencias de los enfrentamientos de esta primera gran guerra.

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