El Convento de los Jacobinos, en Toulouse

Convento de Jacobinos en Toulouse

La historia del Conjunto Conventual de los Jacobinos de Toulouse –más conocido como el Convento de los Jacobinos– está marcada por los avatares del tiempo y la política. Enmascarada detrás de la fachada de ladrillos recientemente edificada, esta construcción resguarda en su interior una magnífica muestra de arquitectura languedociana.

La estructura del edificio se organiza alrededor de un gran claustro, en el que anualmente se realiza el festival Piano en los Jacobinos, único festival de piano solista de Francia. En su interior, las columnas de mármol y los capiteles con motivos florales y animales contrastan fuertemente con el exterior de ladrillo rojo de reciente construcción.

En torno al claustro se encuentran la sala capitular, la sacristía, la capilla de San Antonin –en la que destacan unas bellísimas pinturas murales del siglo XIV– y el gran refectorio –en el que se realizan habitualmente exposiciones municipales. Antiguamente, el edificio funcionaba como convento de la Orden de los Hermanos Predicadores. Su construcción comenzó en 1230 y se desarrolló en cuatro etapas a lo largo de los siglos XIII y XIV.

La peculiaridad más emblemática y admirable de la edificación corresponde a la tercera etapa: se trata de una bóveda de 22 metros de altura, sostenida por una columna estrellada de once brazos. Por el efecto que causa al espectador, esta bóveda es conocida como La Palmera.

Convento Jacobinos interior

Desde 1369, el cuerpo de Santo Tomás de Aquino descansaba en el Convento de los Jacobinos. En 1791 los dominicos abandonaron el lugar y transportaron sus restos a la Basílica de San Sernin; regresaron en 1974, durante el séptimo centenario de su muerte.

Tumba de Santo Tomas de Aquino

Cripta del convento, tumba de Santo Tomás de Aquino

El convento no pudo permanecer indiferente a la Revolución Francesa: fue convertido en sede de la Sociedad por los Derechos del hombre y el Ciudadano, un club que representaba a la extrema izquierda.

Bajo el gobierno de Napoleón, estuvo en manos de los militares, quienes la emplearon como cuartel de caballería. En 1865, la alcaldía de Toulouse la recuperó, ofreciendo a cambio terrenos para que el Ejército construyera nuevos cuarteles.

En 1920, comenzó una restauración que no finalizó sino en 1972. La fachada de ladrillos, símbolo de la ciudad de Toulouse, es uno de los resultados de esta última intervención.

Información práctica

  • Dirección: 9, Rue Tripiere, Toulouse, Francia.

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