Bretaña de leyenda
En un artículo anterior os hicimos un recorrido por toda la Bretaña azul, la de la costa, la de los mares bravíos y los acantilados infinitos, y quedamos pendiente de ofreceros un segundo recorrido, el de las leyendas, el de la Historia inscrita en cada una de sus piedras y árboles: es la Bretaña legendaria, aquella que un día recorrió Merlin, Morgana o el Rey Arturo.
Este recorrido nos llevará desde Nantes hasta Saint Maló, atravesando los mágicos bosques de Paimpont.
El comienzo de nuestro recorrido es el mismo que el dado anteriormente; o sea, nos trasladaremos desde Nantes, nuestro punto de partido, hasta Vannes para dirigirnos hacia la localidad medieval de Rochefort on Terre construida a base de casas de los siglos XVI y XVII que se levantan en torno a un magnífico castillo y al convento de Notre Dame de Tronchaye.
Al norte se encuentra el bosque de Paimpont. El paseo por el bosque nos lleva a aquellas antiguas leyendas del Rey Arturo, cuando se acercó a las orillas del lago y acompañado del hada Viviana llegó hasta Excalibur para tomarla en sus manos.
En Paimpont respiramos en cada árbol la magia celta. El valle de Ille et Vilaine parace ocultar a todos esos personajes que tantas veces hemos oido, como si de su espesura fueran a salir los fantasmas de Merlin, Ginebra o Lancelot. Es de esos lugares que dan pie a leyendas increíbles, pero que nos mantienen siempre alerta con cada movimiento de las ramas o con cada sonido extraño.
Son muchas las historias que cuentas los lugareños, como la leyenda de Huelgoat, bosque del que dicen que es una puerta que lleva a un mundo sobrenatural, o como la que dice que la tumba del Mago Merlín se ecuentra oculta en este bosque bajo unas lozas de pizarra… o como la que habla de Ankou, el segador de almas, un ser sobrenatural que habita cerca del Monte de Arrée, y que viste zuecos de madera y sombrero negro, y que de noche se pasea portando una hoz cogida del revés.
Nuestra siguiente visita nos lleva a Rennes, centro político y capital de la Región de Bretaña, con un gran ambiente nocturno como buena sede universitaria que es, pero poblada de villas renacentistas y calles ajardinadas. Plazas de estilo señorial, elegantes casas, magníficas iglesias y capillas que le dan a Rennes el aspecto de gran ciudad.
Dinan
Pero, para mi gusto particular, si en el bosque de Paimpont se vive una experiencia aventurera única, como ciudad, la mejor de este recorrido es Dinan, una exquisita villa medieval con casas de madera, calles empedradas y preciosas iglesias. Sobre ellas, dominando la ciudad se encuentra una fortaleza propia de la Edad Media. No os perdáis el paseo por la plaza du Champ, o por la calle de Jerzual, donde podréis admirar los blasones de sus casas o la Torre del Reloj.
Bretaña es una región que os encantará, porque en ella podéis encontrar paisajes incomparables en sus costas, una gastronomía exquisita y viviréis en vuestras carnes las más auténticas leyendas artúricas.

osea ajj no !!!!