Qué ver en Collioure

Collioure desde el Fuerte St Elme

Collioure, la tierra donde descansa para siempre nuestro inmortal poeta Antonio Machado. La ciudad que acogió a tantos y tantos republicanos que muchos años atrás hubieron de refugiarse huyendo de las barbaries que se cometieron durante nuestra Guerra Civil. Collioure, tierra de disputas entre españoles y franceses hace varios siglos, cuando Jaime II, rey de Mallorca y conde del Rosellón y la Cerdaña, hubo de enfrentarse por mantener sus dominios a las aspiraciones francesas por conquistar este antiguo Condado.

Hoy, aquella tierra hostil, reposa tranquila a las orillas del Mediterráneo, refugio de cientos de artistas que despliegan en sus calles sus lienzos para plasmar su inmortal belleza, intentando emular mínimamente a tan grandes genios que en su día dieron vida a la ciudad a través de sus cuadros. Fue aquí, en Collioure, donde nació el Fauvismo, una corriente artística que dominó buena parte de principios del siglo XX: Matisse, Chagall o Derain, entre otros muchos, se instalaron en esta ciudad para dibujar con sus colores característicos la alegría de esta localidad. Por eso Collioure debe ser considerada como la «Ciudad de los Pintores«, porque la ciudad ha crecido basada en aquella idea que estos grandes artistas supieron darle. Museos, galerías de arte, tiendas locales, particulares, e incluso una ruta turística dan fe de que vive por y para la pintura.

Collioure descansa en una pequeña bahía junto al Mediterráneo. Allí se encuentra un pequeño puerto de pescadores que en su día, bajo el gobierno de la Corona de Mallorca, fue importante puerto comercial, como lo fue bajo gobierno luego aragonés y más tarde español, con Carlos I. Hasta que, devastada la ciudad en 1642 por los franceses, quedó bajo el gobierno francés en el año 1659 tras firmarse el Tratado de los Pirineos que dio a Francia el Condado del Rosellón.

Cualquier visita de la ciudad debe comenzar por aquí, por este pequeño barrio de pescadores que deja a un lado al Castillo Real y al otro a la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles y a la Capilla de San Vicente.

1.- El Castillo Real

La Historia se vive tras las murallas de este castillo que comenzó a levantarse en época romana cuando la ciudad se convirtió en un pueblo fortificado. Años después, en el 673, Wamba, el rey de los visigodos, lo conquistó, y tras pasar por allí árabes y normandos, pasó a manos de los Condes de Rosellón. Tras pasar a Argón, la Corona de españa, y finalmente a Francia por el mencionado Tratado de los Pirineos, el castillo estuvo bajo gobierno militar hasta el año 1945. Finalmente, en el año 1951 se vendió al Consejo General de los Pirineos Orientales, abriéndose así al público.

2.- La iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles (Notre Dame des Anges)

Construida en el año 1684 es bastante austera y sobria en su interior. Sin embargo, su exterior es la imagen internacional de Collioure, pues su campanario o torre fue el antiguo faro que daba entrada a los barcos en su puerto. en su interior, el retablo del altar mayor es obra del artista catalán José Sunyer.

Collioure y su iglesia

3.- La capilla de San Vicente (Chapelle Saint Vincent)

Impresiona la imagen de esta pequeña capilla construida sobre una gran roca que se levanta casi dentro del mar y a la que se tiene acceso por un camino abierto a la espalda de Notre Dame des Anges. Cuenta la leyenda que aquí San Vicente fue martirizado en el año 303. Tras conseguirse sus reliquias, se construyó esta capilla para albergarlas en el año 1701. Junto a la capilla hay una también impresionante cruz con un Cristo que parece bendecir a todas las embarcaciones que se acercan al puerto.

La costa de Colliure

4.- El nuevo faro

Más que el faro en sí, os recomiendo dar el paseo desde la capilla de San Vicente hasta el nuevo faro, por un estrecho camino que deja a un lado la playa de Collioure y el puerto, y por el otro al Mediterráneo. Un paseo realmente agradable, que se vuelve incluso misterioso cuando las a veces habituales nieblas se ciernen sobre la ciudad, pues parece adentrarse en el mismo corazón del mar.

5.- El barrio del Moré

Es el barrio de pescadores que da vida a la ciudad. UN pequeño laberinto de callejuelas empedradas y muy tradicionales donde se dan la mano las tiendas locales de artesanía, productos gastronómicos y sobre todo, como no, cuadros y lienzos que están a la venta en la misma calle. Algunas de esas calles, bordeadas de fachadas blancas encaladas e impolutas, bajan en pendiente hasta desembocar en el mismo mar o en las playas, donde tascas, bares y restaurantes prcuran ganarse el sustento con los muchos turistas que suelen agolparse sobre todo en verano.

5.- Fort Miradou

Es otros de los baluartes del sistema defensivo medieval con el que contaba la ciudad. Se encuentra justo por encima del barrio del Moré y es un buen ejemplo de la planificación arquitectónica de Vauban, personaje francés cuyo diseño fue ejemplo para otros muchos fuertes y castillo de toda Europa.

6.- Las playas de Collioure

Las dos más turísticas son las de Boramar entre el Castillo Real y Notre Dame des Anges, y la playa de San Vicente, a los pies de la capilla de San Vicente. Pero justo al otro lado del castillo se extiende la más amplia y populosa de todas, la playa de Port d’Avall. Un poco más alejadas de la ciudad, camino a Port Vendres, están la Playa du Boutigue y la playa de la Balette.

7.- La tumba de Antonio Machado

Tras huir de la Guerra Civil, Antonio Machado acabó por refugiarse en Collioure. Sus restos reposan en el cementerio de esta localidad, emplazado casi en el centro de la ciudad.

8.- La ruta del Fauvismo

Es tal la unión entre esta corriente pictórica y la ciudad que se ha creado una ruta por Collioure. Siguiendo esta ruta podréis encontrar hasta 17 puntos en los que hay un pequeño mosaico con el cuadro que algún artista famoso pintó justo en aquel punto, para que lo podáis comparar con la vista real del lugar.

9.- La Torre del Madeloc

Aunque está fuera de la ciudad, es una visita recomendable para tener una vista general del área. Construida en el siglo XIII como parte del sistema defensivo ya mencionado, desde ella se tiene una muy buen vista de Collioure, de la bahía, y de los campos que la rodean.

10.- El Fuerte St. Elme

Aunque pertenece al término municipal de Port Vendres, si estáis en Collioure deberíais acercaros a visitarlo. Es el cuarto punto del entramado defensivo de la ciudad junto con los tres ya mencionados del Castillo Real, la Torre del Madeloc y el Fuerte Miradou. Fue mandado construir entre los años 1538 y 1552 por el emperador Carlos I de España y rediseñado posteriormente por Vauban. Aparte de su importancia militar e histórica, os encantarán las vistas que se tiene desde sus murallas (la que podéis ver en la foto superior), pues a sus pies quedan por un lado Collioure y por el otro Port Vendres y a sus espaldas las extensas llanuras de los Pirineos Orientales.

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