La isla de Nantes

Isla de Nantes

De las aguas del río Loira surge la isla de Nantes, una extensión de 350 hectáreas ubicada frente al casco histórico de la ciudad. El urbanismo y la arquitectura son sus protagonistas, y constituye un paseo imperdible, ideal para realizarlo bajo el sol, entre las cálidas ondas que llegan a sus orillas.

En la década del 60, el lado este de la isla se convirtió en un gran complejo de oficinas, lo que dio lugar al desarrollo de un barrio esencialmente funcional. Pronto fue evidente que la parte occidental también requería de un plan de ordenación para que el total del territorio formara parte de una unidad estética y urbana.

Así, comenzaron a edificarse elegantes residencias, tiendas de todo tipo, edificios culturales como la nueva Escuela de Bellas Artes y un sinfín de parques bellísimos, entre ellos el jardín exótico.

La grúa Titán, antiguamente sinónimo de las industrias que operaban en esta zona de la isla, es hoy un emblema cultural. Símbolo ineludible reconocido en toda Francia, esta colosal máquina de intenso color amarillo fue proclamada patrimonio industrial.

Para llegar a la isla, es posible atravesar la pasarela Anne de Bretagne, que forma parte del paseo fluvial André Morice. Desemboca en el Palacio de Justicia, que fue inaugurado recientemente en el año 2000. Se trata de una magnífica obra de Jean Nouvel, proyectada en piedra, en fuertes colores negro y rojo, y dueña de elegantes proporciones.

Las obras en esta isla continúan, y por ello muchas huellas de la antigua zona de astilleros y fundidoras de metal permanecen intactas. Un antiguo recinto de maduración de plátanos, en verdad un gran cubo de hormigón, será pronto un centro turístico con restaurante, galería y bar que dará al lugar una nueva estética y una funcionalidad diferente.

Foto Vía: Picasa Web Albums

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