Qué ver en Carcassonne, ciudadela medieval
Recorriendo la A-61 desde Narbona a Carcassonne las mentes más activas podrían imaginar los antiguos caminos rurales por los que avanzaban los jinetes a caballo camino del fuerte, o en épocas un poco más modernas, las flamantes carrozas dispuestas a atravesar la antigua entrada de la ciudad. Volvemos al presente, y tras frotarnos los ojos, ante nuestros ojos aparece la magnífica silueta de la ciudadela medieval de Carcasona recortada contra el cielo azul…
A veces pienso que me hubiera gustado llegar a ella ya anocheciendo, para verla jugar con los mágicos colores del atardecer, quizás para realzar ese dibujo místico que parecen trazar los lápices de su Historia. Allí, colocada sobre la colina, con el río Aude jugueteando a su alrededor, y sobre la Ciudad Baja, la más moderna, se levanta airosa Carcassonne, con sus torreones, con sus murallas y almenas, dispuestas a resistir cualquier asalto pasado, presente o futuro que puedan sufrir.
Un poco de historia de Carcassonne
La Historia de Carcassone está muy ligada a la historia de los cátaros, tanto, que actualmente la ciudad forma parte de la turística ruta de los cátaros. Y es que la ciudad estuvo mucho tiempo dividida en dos según las creencias que profesaban. Unos, apegados a la Iglesia Católica de Roma, otros al catarismo.
Sin embargo, el poder eclesiástico consideró aquellas creencias como heréticas y fueron perseguidos hasta ser prácticamente exterminados. Y fueron estas murallas de Carcassonne las que vieron muchas de las execrables acciones que los religiosos católicos profesaron contra aquellos cátaros. Allí, en el año 1229, y tras acabar con ellos el Papa Inocencio III, la ciudad acabó por convertirse en una senescalía.
La ciudad hubo de soportar el cerco de los cruzados de Simon de Monfort a principios del siglo XIII, y en aquel mismo siglo se construyeron las murallas bajo los mandatos de Luis VIII, Luis IX y Felipe el Audaz. También en ese siglo, en el año 1280, fue construida la puerta por la que entramos, la Puerta de Narbona.
Pero para traspasar esa Puerta primero pasaremos bajo la Barbacana de San Luís donde se encuentra el busto de Carcass, la princesa que también hubo de luchar por Carcassonne cuando fue Carlomagno el que cercó la ciudad. Y es que la ciudad tiene una doble muralla en cuyo centro de ambas se celebraban antiguamente torneos.
Qué ver en Carcassonne, Francia
Entremos en la ciudad. Dejémonos llevar por el tiempo y la historia y paseemos tranquilamente por la Rue de Cross Mayreville, plagada de tiendecitas típicas donde comprar los productos tradicionales, como el chocolate. Desde allí podemos callejear; a la izquierda tenemos la Plaza Marcou y la Rue do Plo o paralela la Rue Trencavel… pero a fin de cuentas, sobre todas, destaca la torre gótica de la Catedral de St. Nazaire, nuestro primer objetivo. Allí, en la catedral, es donde está la Piedra del Sitio, la que refleja una parte de la historia de aquellos años en que los cátaros fueron sitiados en la ciudad. No dejéis de subir a la torre de la catedral porque las vistas que hay desde allí son magníficas.
Tras dejar atrás la Gran Catedral, nuestro siguiente destino será llegar hasta el Castillo Comtal. Pero antes hacedle una pequeña visita al Teatro Deschamps que se encuentra al lado mismo de la catedral, en una de las esquinas de la muralla de la ciudad.
El castillo Comtal es una gran fortaleza dentro de la ciudadela. Rodeada por sus propias murallas, por su foso, y con cinco torreones. El clásico castillo medieval que todos hemos imaginado en nuestras aventuras de caballería.
Si queremos comer antes de salir a las murallas, cualquiera de las placitas de la ciudad nos ofrece preciosas y deliciosas terrazas donde disfrutar del ambiente medieval, pero una vez disfrutado de la excelente gastronomía francesa, nos queda un paseo más por la Historia: el Paseo de las Lizas, el que al principio de este artículo os comentábamos que está situado entre las dos murallas y donde antiguamente se celebraban algunos torneos. Desde allí podremos pasear tranquilamente mientras contemplamos y fotografiamos las 52 torres que tiene Carcassonne.
Carcasona se encuentra en la región del Languedoc Rosellón, a poca distancia de Toulouse y fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1997.
Información práctica para visitar Carcassonne
- Archivo de artículos sobre la ciudad: turismo en Carcassone.
Excursiones y visitas guiadas
Tanto si estás en Toulouse como si te mueves por tu cuenta, puedes acceder a diferentes excursiones para visitar la ciudadela, así como visitas guiadas por su interior. A continuación tienes más información y puedes reservar:

Carcasona la capital de Aude es bien conocida por su ciudad amurallada encerrada por muros de aproximadamente 3 km de longitud en total que resguardan la parte más antigua de la ciudad originaria de la época prerromana con construcciones netamente en piedra entre las cuales se destaca la reconocida basílica de St Nazarre . La ciudadela de Carcasona fue declarada como patrimonio histórico por la UNESCO en 1997.
Es muy bueno obtener el nacimiento de la cultural occidental