Bayona, ciudad de raíces vascas
El casco antiguo de Bayona
Bayona, o, más bien Bayonne, en francés, es una localidad del suroeste de Francia. Fue construida en la confluencia de los ríos Nive y Adur, cerca del Mar Cantábrico, de sus playas y a minutos de los Pirineos. Una situación inmejorable para un destino turístico que además cuenta con una riqueza cultural fascinante.
No por nada, Bayona es la capital cultural del país vasco, conocida como la ciudad del arte. Sus vistas se identifican con la ciudadela de Vauban, que domina el panorama, y con las callejuelas intrincadas que serpentean entre las antiguas murallas del casco viejo que cuenta ya con más de 15 siglos de historia.
El estilo arquitectónico de Bayona es un capítulo aparte de la visita. La catedral de la ciudad es parte del Patrimonio de la Humanidad según los criterios de la Unesco. Otros monumentos destacables son el Château Vieux, en el centro urbano, y el Château Neuf, en el barrio Petit Bayonne.
Pero sin dudas, entre las visitas culturales de la ciudad, es imperdible el Museo vasco, el mayor museo etnográfico de la región, ubicado sobre las márgenes del río Nive, en el centro histórico de Bayona. Allí se exponen más de 2000 piezas y obras de arte que testimonian el pasado de la población bayonesa.
En el Museo León Bonnat, destacan las esculturas y grabados de Goya, Durero, Miguel Ángel, Rafael, Delacroix, Rubens, el Greco y Degás, además de las raras perlas que contiene la sala de dibujos. Desde 1896, el establecimiento es hogar de esta colección que fue donada por el pintor francés que le dio nombre.
Otro elemento característico de Bayona es el chocolate. Se trata de la primera ciudad en elaborar chocolate de toda Francia, e inició esta producción ya en el siglo XVII. Continuando con las especialidades gastronómicas, el jamón de Bayona goza de renombre a nivel internacional. Ambos alimentos cuentan con sus respectivos museos, en los que se enseñan los procesos de fabricación y se puede degustar estas delicias.
Foto Vía: Osasun Saila
