Viaje Estrasburgo, Baden-Baden, Selva Negra y Friburgo

Dese Estrasburgo a la Selva Negra

Estrasburgo es un destino turístico de los más importantes de Francia, pero es que, además, el hecho de estar situada a orillas del río Rin, que es la frontera con Alemania, convierte a esta ciudad francesa en una excelente vía de entrada a uno de los grandes pulmones de Europa: la Selva Negra.

Esta cadena montañosa llena de tupidos bosques, lagos, pueblos pintorescos, castillos y muchas otras atracciones turísticas se encuentra en el estado de Baden-Württemberg, al suroeste de Alemania. Existen varias rutas que se pueden hacer por la Selva Negra, pero, en general, se considera que cuenta con dos grandes entradas, la ciudad de Baden-Baden al norte y la de Friburgo al sur.

Ambas ciudades están a poca distancia de Estrasburgo, sobre todo Baden-Baden, así que es posible realizar excursiones de día desde la localidad francesa a alguno de estos dos puntos.

La ruta más común es la de Estrasburgo a Baden-Baden, con visita a la propia ciudad alemana y a la parte de la Selva Negra más cercana a ella. En cualquiera caso, siempre dependerá del tiempo del que dispongamos o en qué tipo de transporte nos queramos mover. Si disponemos de días y podemos viajar en coche, lo más recomendable es hacer el círculo completo y sin prisas: Estrasburgo – Baden Baden – Selva Negra – Friburgo – Estrasburgo.

Estrasburgo - la Petit France

Cómo ir de Estrasburgo a la Selva Negra

La entrada a la Selva Negra más cómoda desde Estrasburgo es la de Baden-Baden. La ciudad alemana se encuentra a unos 60 kilómetros, por lo que es posible llegar en coche en algo menos de una hora.

Otra buena opción es el tren. Hay bastante frecuencia y se pueden conseguir billetes a precios económicos. También se puede ir desde Estrasburgo a Kehl, la ciudad alemana que está justo al otro lado del río, en autobús, tren o tranvía, y de ahí a Baden-Baden. En Kehl podemos comprar un pase que es válido durante todo el día para todo el transporte en la región de Baden-Wüerttemberg.

Desde Baden-Baden, se puede tomar un autobús a Merkurwald y desde ahí ir en funicular a la montaña Merkur, o ir en el autobús por la ruta panorámica que llega hasta Mummelsee, uno de los puntos más conocidos de la Selva Negra.

Si queremos ir directamente al “corazón” de la Selva Negra desde Estrasburgo, podemos ir a Freudenstadt, una ruta en la que destaca Vogtsbauernhof, el museo al aire libre de la Selva Negra.

Baden-Baden

Baden-Baden es una ciudad-balneario que históricamente ha sido un lugar muy visitado por las clases altas europeas, así como artistas y otros personajes célebres. Gran parte de esta asociación con la alta sociedad se debe al Kurhaus de Baden-Baden, un casino del siglo XIX diseñado por Friedich Weibrenner. Hoy en día, con la amplia oferta de casino en internet que hay, ya no es tanto un reclamo para los aficionados al juego más pudientes, sino que está abierto a todo tipo de personas.

El edificio del Kurhaus, del que la actriz Marlene Dietrich dijo que era el casino más bonito del mundo, evoca a los tiempos de la belle époque y, aunque sigue teniendo salas de juego, es también un centro de conferencias y un resort. Aprovecha las aguas termales por las que la ciudad de Baden-Baden es también muy reconocida. Además, hay un gran número de palacios, castillos y museos como el Kunstmuseum Gehrke-Remund, que cuenta con obras de Frida Kahlo, y es también un centro de atracción para los amantes del senderismo y el esquí. Un lugar tranquilo, con una gran oferta cultural, en un entorno privilegiado.

Selva Negra

Selva Negra

Desde Baden-Baden se puede seguir la Schwarzwald-Hochstrasse, la carretera alta de la Selva Negra. Se trata de la ruta panorámica por carretera más antigua de Europa, activa desde 1930. La carretera se extiende desde Baden-Baden a Freundenstadt a lo largo de 60 kilómetros en los que podremos disfrutar de vistas espectaculares, nos encontraremos con pequeños pueblos que parecen sacados de un cuento, una muy buena oferta gastronómica para todos los bolsillos por el camino y también opciones para los amantes del vino. Para ellos, es recomendable la visita a Sasbachwalden, un pueblo rodeado de viñedos en el que las bodegas ofrecen “fuentes” para que, aunque estén cerradas, puedas probar sus vinos igualmente.

La ruta más popular es la Schawarzwald Panoramastrasse, la Ruta panorámica de la Selva Negra. Esta se extiende a lo largo de 70 kilómetros entre Waldkirch y Feldberg, el punto más alto de la Selva Negra, y aunque el inicio tiene bastantes curvas, es muy cómoda y los paisajes bien merecen la pena.

Friburgo

Friburgo se conocía simplemente por ser una de las entradas a la Selva Negra, pero en las últimas décadas ha sufrido un proceso de reconstrucción que la han convertido en la ciudad más ecológica del mundo. El hecho de ser una ciudad para estudiantes ha llenado de vida sus calles, y cuenta con grandes contrastes en su arquitectura, desde su impresionante catedral a los edificios más modernos. Además, es un punto muy cómodo desde el que realizar pequeñas excursiones a pueblos cercanos.

Catedral de Friburgo

Si nos queremos adentrar hacia la parte este de la Selva Negra, desde Friburgo podemos ir en busca de un sinfín de rincones maravillosos que son un auténtico placer para todos los sentidos.

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