Descubrir las islas de Bretaña

La isla de Brehat

La isla de Bréhat

La región de Bretaña suele estar más asociada a las antiguas ciudades, las comarcas de arquitectura típica y tradiciones bien arraigadas. Sin embargo, sus costas son un destino muy preciado por quienes, cada año, disfrutan allí de sus vacaciones.

Las islas, particularmente, son destinos que guardan una gran variedad de propuestas, cada una con su personalidad y su estilo. Desde inmensos territorios de ultramar hasta pequeños islotes cercanos: todo es posible en las islas de Bretaña (Iles du Ponant para los habitantes locales).

Muchas son las razones para visitarlas: su inusitada belleza, sus horas de sol (más extensas que en el continente), sus paisajes maravillosos y el microclima que permite la proliferación de especies exóticas. Veamos cuáles son esas islas y los datos más importantes.

• Batz y Bréhat •

Conocidas también como las islas del canal inglés, Batz y Bréhat se sitúan al norte de Bretaña.

Batz es hogar de jardines tropicales que dan lugar a magníficos mercados que se desarrollan en las más de 30 granjas de la isla, en donde pueden comprarse vegetales frescos y deliciosos, ideales para la fina gastronomía francesa.

Bréhat, también llamada “isla de las flores”, es hábitat de eucaliptos, palmas, mimosas y otras muchas especies típicamente mediterráneas.

• Ouessant, Molène y Sein •

El archipiélago de Molène y Ouessant está formado por siete islas y una decena de islotes situados en el mar de Iroise, la parte del océano Atlántico que se extiende desde la isla de Sein a la isla de Ouessant. La Unesco clasificó a esta región como reserva de la biosfera.

La Ile d’Ouessant es una meseta rocosa de hasta 65 metros de altura, con una profunda bahía al sudoeste. Una de las postales más bellas que nos ofrece es el conjunto de famosos faros que iluminan los abruptos acantilados.

La Isla de Molène, por el contrario, es de territorio llano, y se caracteriza por sus hermosas playas de arenas blancas. Los amantes de la pesca y de los mariscos pueden acercarse a disfrutar de una tarde en busca de langostas y langostinos.

La Ile de Sein es una suerte de mezcla de las anteriores, con paisajes rocosos y playas combinadas de manera ideal. Con menos de un kilómetro cuadrado de superficie, es hogar del faro Ar Men, fundamental para la navegación en torno a la isla, que es bastante complicada.

También forman parte de las islas británicas las que se ubican en el océano Atlántico.

Foto Vía: Carte-France

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