El Parc des Buttes-Chaumont, en Paris
París es hogar de innumerables sitios mágicos, cuya apariencia de ensueño nos invita a convertirnos en niños nuevamente, para disfrutar de los hermosos paisajes que nos deparan. El Parc des Buttes-Chaumont es un buen ejemplo de estos lugares.
Situado sobre una colina rocosa, se trata de uno de los grandes parques de la ciudad, y comparte con el cercano Parc de Belleville su magnífica posición en las alturas, que permite obtener unas vistas sorprendentes de la ciudad.
La historia de este parque inicia en 1862, cuando fue adquirido por el gobierno de París. Durante años, había sido utilizado como lugar de ejecución de criminales y más tarde como un campo de desechos públicos. Felizmente, y gracias a Napoleón III, su destino dio un vuelco radical.
El gobernante decidió crear un parque en este barrio parisiense, ubicado en una zona de habitantes pertenecientes a la clase trabajadora. El distrito había pasado a formar parte de París en el último tiempo.
Fue el barón Haussmann, destacado arquitecto durante el gobierno de Napoleón III y figura clave de la urbanización de París (que luego sería el modelo a seguir por el mundo entero), quien se encargó de diseñar el parque. Con la ayuda de Adolphe Alphand, un arquitecto paisajista, dio inicio a cuatro años de construcción.
La inauguración tuvo lugar en 1867, durante la Exhibición Universal, y mostró al público una verdadera obra de arte. Valiéndose hasta de la dinamita para crear espacios de belleza conmovedora, los arquitectos incluyeron en su plan una cascada de 32 metros de alto, un lago circular en el que desemboca, e incluso un pequeño templo llamado Templo de Sibila que sigue las líneas del antiguo templo de Trivoli, Italia.
Otras vistas impresionantes son la cueva, y los dos puentes: uno de 63 metros, suspendido en el aire, y uno más curioso, llamado el Puente del Suicidio, que pende a 30 metros del suelo.
Foto Vía: DK Images
