El lago de Annecy
El lago de Annecy, en la Alta Saboya, es el segundo más grande de toda Francia, superado solamente por el lago del Bourget. Debe su fama internacional al hecho de que se lo considera como uno de los lagos más limpios del mundo.
Lo rodean los altos picos montañosos del macizo de los Bornes, al este, y del macizo de los Bauges, al oeste. Al norte se encuentra el pueblo de Annecy, y hacia el sur se extiende un valle.
El principal atractivo del lago, además de su innegable belleza, es la posibilidad de practicar todo tipo de deportes acuáticos. Pero también es escenario de un evento conocido como la Fiesta del Lago.
La Fiesta del Lago se desarrolla durante el primer sábado de agosto, y consta de un espectáculo audio visual de pirotecnia y música de unos noventa minutos aproximadamente.
El nacimiento de esta tradición tiene raíces en la unión de Saboya, antiguamente una región independiente, al territorio de Francia. Con este motivo, en 1860, Napoleón III y Eugenia de Montijo, la emperatriz consorte, arribaron a Annecy.
Para recibirlos se organizó una celebración tan fastuosa que, desde entonces, se convirtió en costumbre y se revive cada año.
La ya mencionada belleza natural de esta región es tal que numerosos artistas, entre ellos algunos célebres, de Francia y otros países han tomado de allí la inspiración para sus obras. Paul Cézanne es autor del más famoso de todos ellos: El Lago Azul, que refleja el interés que despertó en él la peculiar fusión de luces y sombras en el área.
Para conocer más sobre el Lago de Annecy, el mejor sitio es el Museo Castillo de Annecy. Allí se desarrolla de manera permanente una muestra dedicada a los lagos alpinos. Su protagonista principal es, desde luego, el lago que hoy nos ocupa. Puede adquirirse información acerca de muy diversos aspectos ecológicos y culturales de su historia y su presente.
Foto Vía: Wunderground
