El ayuntamiento de Marsella
Marsella y su casco histórico son un verdadero museo al aire libre, en donde las obras arquitectónicas no dejan de asombrar a los viajeros que se aventuran por sus calles. El ayuntamiento es un buen ejemplo de estas piezas de arte.
El edificio fue construido en el siglo XVII, en el mismo sitio en que antiguamente se erigía la Casa de Reuniones del Pueblo, un lugar al que asistían los comerciantes de la ciudad y los cónsules a tratar diversos temas relacionados con la joven Marsella.
En el siglo XVII, se construyó finalmente el edificio actual, como forma de hacer notorio el cambio de estatus de la ciudad, que había sido otorgado por Luis XIV. Desde ese momento, las cuentas de Marsella eran administradas por los miembros del Consejo, e incluso se modificó la administración del puerto.
El encargado del diseño fue el arquitecto Pierre Puget, que pasó a la historia como uno de los más destacados de toda Francia. El plan para el edificio debía tener en cuenta la necesidad de dos espacios claramente diferenciados: uno para los comerciantes y el otro para el Consejo.
Así fue que se edificó una construcción de dos pisos. En la planta superior se reunirían los administradores de la ciudad, y por ello se la hizo accesible a través de un segundo edificio ubicado en la parte posterior, unido al ayuntamiento mediante una pasarela de madera.
Más tarde, se diseñó una gran arcada que comunica ambas alas del conjunto, y una magnífica escalera, ambos obra de Joseph Esprit Brun. La arcada destaca especialmente por los exquisitos techos abovedados tallados en roca.
En la actualidad, el edificio alberga las oficinas privadas del gobierno regional, y desde 1948 que clasifica como Monumento Nacional de Francia, una distinción de la que gozan las más selectas perlas arquitectónicas del país.
Foto Vía: Flickr

Quiero hacer una reclamación sobre un paseo que di con mi familia, en junio de 2012, cogiendo vuestro trenecito para pasear por Marsella y subir a Nôtre-Dame de la Garde.
Al llegar al final del recorrido, arriba, donde hay una vista tan bella, nos obligaron a todos a bajar del tren, porque según los que dirigían y organizaban el paseo de dicho tren, teníamos que bajar para que subieran otras personas, y todos nosotros esperáramos al siguiente tren que tardaría 1h en llegar. Debido a que nuestro tiempo era escaso, porque nos disponíamos en breve a salir en nuestro crucero hacia Italia, se organizaron unas violentas discusiones entre dirigentes y usuarios, que eran muy desagradables, con insultos incluidos.
Creo a que las personas que llevaban la organización/desorganización de este pequeño transporte, tan solo les interesaba «amontonar» a gente al final del itinerario, porque subir y subir personas les generbaa el ingreso del pago por el paseo. Con lo cual, me parece un abuso que una vez que yo haya pagado, se me trate de cualquier manera.
Que conste, por favor, mi Reclamación por tal mal transporte, que afea y mucho lo agradable y bonita que es la ciudad. Por este conflicto no me quedó un grato recuerdo de mi paso por Marsella.
Atentamente.
lola aránguez otero
oterolola@hotmail.com
Dejamos aprobado el comentario, Lola, pero nosotros nada tenemos que ver con Marsella. Somos una revista de información turística digital, y las reclamaciones por servicios que te han ofrecido a modo local la ciudad de Marsella, debería hacérselo llegar a la propia oficina de turismo de Marsella.
Saludos.