La Abadia de Lonlay, en Normandia
Normandía es tierra de abadías. Seguir la ruta que nos lleva a través de cada una de ellas es descubrir un mundo místico de espiritualidad y arquitectura exquisita, en el marco de los espléndidos escenarios naturales que nos ofrece esta región de Francia.
Fundada en 1017 por Guillaume Talvas de Bellême, Señor de Domfort, la Abadía de Lonlay es una de las más bellas construcciones que podemos imaginar. Durante años, funcionó como un monasterio benedictino. Allí residía la orden de Fleury-sur-Loire.
La historia le depararía momentos poco felices: incendios, saqueos, y una complicada situación durante los años de la Revolución Francesa, en que apenas tres monjes permanecieron en la abadía.
De su estructura original, podemos apreciar aún el estilo gótico del coro y del crucero de la iglesia de Notre-Dame, pese a que la nave románica y los claustros no hayan llegado hasta nuestros días.
Rodeada de la generosa vegetación del bosque, la iglesia se erige majestuosa junto a las aguas del río Egrenne, y nos ofrece una excelente opción para disfrutar del aire libre, la historia y el arte de la región. Sus torres dominan las vistas y los muros de granito y arenisca nos invitan a conocerla. En el interior, destacan las estatuas talladas en la Alta Edad Media, al igual que sus columnas románicas.
Aunque la abadía es sin dudas la protagonista de toda visita a Domfront, no es la única atracción que nos espera allí. Una excursión muy recomendable es la que se puede realizar en la fábrica de galletitas de Lonlay.
La fabricación de estas delicias es un capítulo importante en la vida de la ciudad, y además tiene sus orígenes en la misma abadía. Fue gracias a la labor de los monjes que se comenzó esta tradición que hoy caracteriza a Domfront.
Información práctica
• Horarios de la abadía: todos los días, de 8 a 19 hs.; es iluminada los sábados y domingos.
• E-mail de la abadía: mairie-labbaye@wanadoo.fr
• E-mail de la fábrica: contact@biscuiterie-abbaye.com
Foto Vía: Webtournaire
