Visitando la comuna de Charroux
Charroux es un encantador destino de Auvernia. Se encuentra al noreste del departamento de Allier, y fue declarado uno de los Más Bellos Pueblos de Francia.
Con esta distinción, es suficiente para saber que Charroux es un sitio que vale la pena visitar, pero veamos de todos modos algo de su interesante historia y de sus magníficos monumentos que la testimonian.
En sus orígenes, Charroux era una plaza fuerte de los duques de Bourbon, y así permaneció durante muchos años, desde el siglo XII hasta el siglo XVI. De ese tiempo nos quedan verdaderas joyas arquitectónicas, como la iglesia de San Juan Bautista, del siglo XII. Su campanario domina las vistas y constituye una obra de arte incomparable.
También el bastión de los Borbones, desde luego, es un testigo fiel de los primeros siglos de Charroux, en ese entonces llamada Charroux en Bourbonnais. Se encuentra justo frente a la plaza central, antiguamente protegida por las murallas dobles de las cuales aún se mantienen en pie dos entradas, la puerta del reloj y la puerta de Oriente. Asimismo, se conservan dos torres de defensa y 60 metros de almenas.
Otro sitio imperdible de Charroux es la abadía benedictina, conocida como una de las más poderosas de la Europa carolingia. Charroux tuvo un pasado relacionado con los templarios, como indica la comandancia llamada La Marche, otro edificio histórico notable. Las reliquias de Cristo fueron las que dieron origen a la abadía.
Fue construida entre los siglos VIII y XI. Sus mejores años transcurrieron hasta la Guerra de los Cien Años, cuando comenzó a declinar, hasta convertirse en ruinas durante las Guerras de Religión. La Revolución Francesa terminó por destruir lo que quedaba de ella.
Se conservan, sin embargo, la torre octogonal, o Torre de Carlomagno, y las esculturas góticas, que son parte de la herencia de Charroux y de su pasado medieval.
Foto Vía: Vakantie in Frankrijk
