Las marismas de Poitou, visita imprescindible
En todos los países hay lugares cuya visita es prácticamente imprescindible. No todo se limita a grandes ciudades, sino que hay espacios, normalmente más alejadas de las localidades más conocidas que merece la pena perderse en ellas.
Hoy os vamos a hablar de una de esas zonas, en el corazón del litoral atlántico de Poitou-Charentes. Os sugerimos ir a conocer las marismas del Poitou, una tierra en la que serpentean los cursos de agua y crece abundante vegetación para crear un ambiente de misterio, repleto de sorpresas.
En los recodos de los senderos, en las balsas, donde se estanca el agua, se puede disfrutar de unos espectaculares paisajes, de una naturaleza variada y de un patrimonio cultural muy presente. Además, dada su privilegiada ubicación, una vez en las marismas se pueden realizar excursiones a alguna de las localidades cercanas, como Brouage, todas ellas cargadas de gran encanto y con calles por las que pasear se convierte en todo un placer.
Las posibilidades que ofrece esta zona son muchas: dar un paseo por los magníficos paisajes, salir a conocer la fauna, deleitarse con la flora, pero también conocer la arquitectura y la historia de esta tierra. Las marismas del Poitou son famosas por sus paisajes y su historia única. Su riqueza natural es muy singular y su conservación es todo un reto para el futuro.
Es habitual que se organicen excursiones en bicileta o a pie, que permiten descubrir un mundo tranquilo y silencioso, pueblos encantadores, embarcaderos floridos, plazas animadas, pasarelas tan numerosas como elegantes, magníficas iglesias románicas, pequeños restaurantes familiares. Eso sí, hay que aprovechar el buen tiempo para disfrutar de todo esto, ya que en otoño e invierno las marismas están vetadas a los visitantes.
Por ello, os sugerimos alquilar un barco para recorrer las marismas. Los embarcaderos disponen de una flotilla considerable para dar paseos guiados o libres de entre 30 minutos y 3 horas. Si preferís la estabilidad que da un barco más grande podéis optar por embarcar en Magné en una de las embarcaciones que tienen capacidad para ocho personas. Navegan por el Sèvre Niortaise y bajo los túneles de árboles que bordean los canales y las orillas de las marismas.
Otra posibilidad, para quienes quieran conocer las localidades que rodean las marismas. Es el caso de Coulon. Se puede coger el trenecito sobre ruedas llamado pibalou o el minibús Baladin del Marais que conducen hasta lugares históricos, llenos de fauna y flora.
Foto Vía Dynamosquito
