Granville, antigua villa vikinga
Granville es una antigua ciudad de Normandía – Manche, más precisamente en la prefectura de Saint Ló, sobre las costas del Océano Atlántico, al noroeste de Francia. Sus primeros habitantes fueron los vikingos: la familia Grant, que recibió estas tierras en recompensa por su lealtad a Guillermo el Conquistador.
El primer nombre de Granville fue Roque de Lihou, y con construcción defensiva de un canal de 2 metros de ancho y 18 de profundidad para unir el Mar del Norte y el lado sur, Granville se convirtió en una isla más grande que Mont-Saint-Michel.
Otras islas de la región son las Chausey, 52 pequeñas islas que abarcan en total 6.5 Km2. Se encuentran junto al Mont Saint-Michel, a pocos kilómetros de Granville; su población estable no es más de una docena de pescadores, pero actualmente es un lugar muy popular para el turismo.
Hay muchísimo para ver y hacer aquí en Granville. Si algo les resulta familiar, es porque aquí estuvo la casa de la infancia del famoso diseñador Christian Dior: Le Rhumbs, que se levanta sobre una colina con preciosas vistas al acantilado.
Actualmente se ha convertido en un museo dedicado al diseñador, donde se pueden ver sus modelos de alta costura; el jardín, diseñado en estilo inglés por la madre de Christian, Madeleine, también creadora de modas, es hoy en día uno de los pocos jardines de artista de comienzos del siglo XX que aún se conservan. Aquí podrán disfrutar, después de la visita al museo, de un delicioso té en el salón, con vistas al mar y las islas del canal; está abierto en temporada de verano, es decir, julio y agosto, todos los días de 11 a 18:30h.
Un acontecimiento que ha hecho famosa a Granville es su celebración del Mardi Gras o carnaval; igual que desde 1875, se realiza los cinco días anteriores a Mardi Gras con la participación de más de 130.000 personas en las calles de la villa; si están aquí a principios de marzo podrán participar de esta magnífica celebración íntimamente relacionada con la historia marítima de la ciudad.
Pero no todo es vida marítima en Granville: cuenta con un hermoso paisaje rural, alrededor de las Lagunas de San Martín, un lugar ideal para pasar una tarde campestre, jugar al golf, pasear en botes a pedal o descubrir la Vanlée en carros. Otro lugar para visitar es la abadía benedictina, fundada en el siglo XII, con sus edificios monásticos que invitan a imaginar la vida en la Edad Media.
Está abierta de abril a octubre de 10 a 12 y de 14 a 18h; permanece cerrada los días martes. Es muy fácil llegar a Granville; el aeropuerto más cercano es el de Dinard – Pleurtuit – Saint Malo, a 46 Km.. Hasta aquí se puede llegar directamente, o bien haciendo escala en París. También pueden llegar en tren hasta la estación de Granville.
Foto: vía Wikicommons
