La catedral roja de Albi

Catedral Roja, Albi

Hoy viajaremos hasta Albi, una localidad francesa ubicada en el departamento del Tarn, en la región de Mediodía-Pirineos. Si hay algo que caracteriza este precioso lugar es sin duda alguna su típica construcción local con ladrillos rojos. Y es que hay que destacar que su ubicación junto al río Tarn permitió durante siglos extraer la arcilla necesaria para crear ladrillos rojos. Y precisamente de ladrillos va el asunto, pues hoy os queremos hablar de la Catedral de Santa Cecilia de Albi, a día de hoy el mayor edificio del mundo realizado con este material arcilloso.

Santa Cecilia de Albi necesitó dos siglos para ser terminada. Dos siglos que permitieron introducir un sinfín de elementos tanto arquitectónicos como decorativos pertenecientes a diferentes estilos. Si bien es cierto que por fuera puede parecer sobria, la verdad es que su interior regala al turista un imponente ejercicio de decoración. Estos puntos la perfilan como una de las catedrales más visitadas de toda Francia, y es que Santa Cecilia de Albi merece un buen reportaje fotográfico en nuestro viaje a la región.

Esta joya del gótico meridional se levanta imponente ante la vista del turista. Y es que sus 113 m de largo por 35 de ancho y 40 m de alto junto a la torre-campanario de 78 m crean una mole defensiva que no puede dejar a nadie indiferente. Además, la Catedral es la mayor catedral pintada de Europa, contando con unas pinturas renacentistas en la bóveda que son simultáneas a las de la Capilla Sixtina. Y si además se tiene en cuenta que es el mayor conjunto escultural de la Edad Media situado en el sur de Francia, uno podrá comprender un poco mejor el alto volumen de visitantes que registra al año.

De su interior podemos destacar evidentemente las pinturas de la bóveda. Según se cree realizadas por pintores flamencos anónimos. Destaca la escena del Juicio Final, una elaborada historia en la que la técnica al temple abarcaría 200 m2 ofreciendo un paisaje pictórico único en el mundo.

También se pueden destacar los órganos realizados por Christophe Moucherel (s. XVIII). Elementos de unas dimensiones desorbitadas, que además cuentan con una de las decoraciones más destacadas y hermosas de toda Francia en cuanto a órganos se refiere.

El visitante debe fijarse bien en el “Jubé”, que no es más que la clausura del coro. Un impresionante encaje de piedra realizado bajo un estilo flamígero que presenta unas 200 estatuas policromadas con unos destalles impresionantes.

Por último, no debemos salir de esta catedral sin visitar ante la Sala del Tesoro, lugar en el que podremos encontrar un gran número de objetos de arte sagrado pertenecientes a épocas entre el siglo XIV y XIX.

Foto vía: arqhys

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