La Plaza del Trocadero, emblema parisino
Situada a orillas del río Sena, la Plaza del Trocadero es conocida por todo aquel que ha visitado París gracias a las magníficas vistas de la Torre Eiffel que pueden obtenerse allí. Esto se debe a que está ubicada justo en frente de la gran estructura de hierro, desde la cual también se consiguen magníficas panorámicas de la plaza. Desde los restaurantes que funcionan en las alturas del gran monumento se observan los jardines del Trocadero en toda su extensión.
El palacio fue construido por Luis XVIII con motivo de la Exposición Universal de París que se llevó a cabo en 1878. La obra fue encargada a Jean-Charles Alphand, quien diseñó un palacio de estilo morisco. El sitio elegido fue un predio de 93.930 metros cuadrados, a espaldas del Palacio de Chaillot.
En el centro de la plaza se ubicó la fuente de Varsovia, obra de Roger-Henri Expert, que es el símbolo más destacado del Trocadero. Está formada por estanques dispuestos en cascada que entregan agua a un recinto rectangular. Allí, los cañones lanzan chorros desde los bordes, generando cortinas transparentes que muestran su mayor esplendor con las iluminaciones nocturnas.
Numerosas esculturas adornan, por otra parte, las grandes extensiones de la plaza. Destacan particularmente las realizadas durante los años 30, como, por ejemplo, La mujer de Bacqué y la de El hombre, de Traverse.
Y una curiosidad… El nombre Trocadero fue elegido como una forma de conmemorar la victoria de los franceses sobre el ejército español, ocurrida en agosto de 1823. El último día del mes, Francia consiguió tomar el fuerte de Cádiz, en la Isla del Trocadero.
Volvamos de nuevo a esta bella plaza. Los jardines que rodean al palacio son el sitio perfecto para disfrutar de una tarde de paseo y distensión, y el lugar de visita obligada para quienes quieran tomar fotos de la Torre Eiffel en toda su altura (algo bastante difícil de lograr desde otra parte de la ciudad). ¿Te animas a visitarlo?.
Foto Vía: BGTTours
