Niza, una visita cultural
La Plaza Garibaldi
Durante años, los más renombrados pintores europeos hicieron de Niza su sede de reunión. Allí se encontraban para ser presa de la inspiración, y capturar las luces con las que brillaba –y aún brilla– esta espléndida ciudad. Desde entonces, Niza conserva su status de ciudad cultural, y es en verdad un centro dedicado a la cultura en nuestros días.
En lo que a artes plásticas se refiere, el Museo Matisse es sin dudas el referente ineludible. Imponente sobre la Colina de Cimiez, con su color rojo característico, es hogar de las obras cumbres de este maestro de las artes modernas. No solo pinturas, sino también esculturas, dibujos y fotografías realizadas por Henri Matisse se exponen en su interior.
Otro museo destacable es el Museo Chagall. La colección más grande de este artista se encuentra allí. Lienzos, mosaicos, grabados, vidrieras: todos ellos inspirados en escenas bíblicas. Iluminados por la luz natural que se cuela por los ventanales, configuran una experiencia inolvidable.
Siguiendo el camino del Promenade des Anglais –también conocido por los lugareños como Promenade des Arts–, el Théatre de Nice ofrece conciertos de música clásica con frecuencia. Su peculiar arquitectura llama la atención, y se explica dada la joven edad del edificio. Fue inaugurado recién en los años ‘60.
La Opera de Nice es sin dudas el hogar por excelencia de la música en la ciudad. Su sala principal ha sido testigo del talento de grandiosos exponentes de las artes, como Wagner, Verdi y Puccini. Entre los meses de octubre y junio tienen lugar allí numerosos conciertos, exposiciones de ballet, recitales y, desde luego, óperas.
Desde luego, música y pintura no son las únicas posibilidades que ofrece Niza. Con sólo pasear por su más hermosa plaza, la Place Garibaldi, podemos admirar la magnífica arquitectura de influencia italiana que caracteriza a sus edificios. La estatua de Garibaldi se erige en el centro, con la vista dirigida hacia Italia.
Foto Vía: Yahoo! Travel
